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sábado, 12 de febrero de 2011

Jugando con mi insatisfacción


Y sin darme cuenta, no perdón, sin querer darme cuenta, estoy dejando mucho más de lo que quisiera aceptar por este tonto juego. Los días pasan y en teoría suman experiencias, sin embargo en mi caso no lo hacen, casi todos mis días son igual de monótonos, algo que me aboca a la histeria, el vicio me está absorbiendo y si bien algunos dirán de qué tanto se queja este tipo, solo sal diviértete, ve al cine, camina, corre, y deja de jugar listo, el problema no es tan sencillo.

Me he dejado seducir por este bendito vicio, en un principio para escapar de mí mismo, para dejar de pensar, para ahorrarme problemas y terminar angustiándome con situaciones que no creo poder manejar, ideas tontas que rondan mi cabeza la ofuscan y me obligan a dudar de todo, a reclamarme por todo, a sentirme insatisfecho con todo, con cada detalle y aspecto mayor de mi vida.

Esta es mi manera de escapar de la realidad, sentado frente a la pc hora tras hora, enviciado y aparentemente obsesionado por jugar, mientras tenga tiempo libre, no tenga que preocuparme por el dinero ni tenga nada acerca de lo qué quejarme me mantengo a salvo de este modo, entonces entro en la contradicción de siempre, si lo tengo aparentemente todo, entonces a que le temo, que me genera tanto miedo que siempre busco evadirlo, me faltan cojones para enfrentarme a algo: a mí mismo.

Y una vez más sueno melodramático, sufrido, y nadie entiende por qué ni yo mismo lo hago, no es mi intención, no me malinterpreten, no busco lástima, pena, ni era mi idea escribir un post tan pesimista y desesperanzado, solo busco compartir este miedo, descifrarlo mientras escribo y eventualmente encontrar mejores maneras de enfrentarlo, dilucidar cuáles son esas, pero principalmente saber a qué “monstruo” le temo y por qué lo hago.

Cuando no estoy jugando u ocupando mi mente en cosas más triviales y decido enfrentarme y “pensar” mi conclusión termina siendo la misma: me siento insatisfecho con mi vida, por qué si todo lo básico está allí (dinero, amor, cariño, comida, una casa, un hogar, salud y familia) eso es lo que no entiendo, por qué, algo falta, la chispa de la vida, sentir todo como si fuera la primera vez, valorar más las cosas, pero me cuesta, saber qué quiero, qué me hace realmente feliz o en todo caso que me está conteniendo, que me aleja de serlo.

Soy muy rítmico, estos ciclos de insatisfacción, desgano y tristeza, estas etapas en las que involuciono, me sumerjo de lleno en algún submundo dentro de mí y trato de evitar a toda cosa a los demás. No son tan frecuentes, suelo presentir su llegada y no duran más de un par de meses, pero en ese lapso me agotan, succionan toda mi esencia, toda la alegría, el buen ánimo y esa parte de mi personalidad tan extrovertida, chispeante, desquiciada y hasta escandalosa; al final luego de un ciclo de insatisfacción, le sigue otro de extrema calma, en el que me tomo tiempo para ganar fuerzas y volver a ser “yo”.

Me encantaría poder justificarme y decir que tal vez tengo una doble personalidad, que este ser que tanto odio y que tanto parece odiar su propia vida no soy realmente yo, pero no puedo no tendría sentido, estoy plenamente consciente y creo que ya pasó la moda de insinuar que uno es bipolar.

P.D. Estoy escribiendo cada vez menos, y realmente me apena esto, mi idea al crear este blog fue siempre mantenerlo actualizado, con las cosas más insignificantes que me puedan estar pasando, porque realmente me estaba y me está siendo muy útil, para liberarme, para desahogarme, para sentirme identificado con las historias de alguien más, para tantas cosas ya y en tan poco tiempo. No quiero que mi casi adicción temporal a los videojuegos me siga alejando, así que haré mi mejor esfuerzo por escribir algo, por más chiquito, tonto y hasta aburrido que pueda ser.

La canción de hoy es Boys Don’t Cry de la banda británica The Cure.

viernes, 4 de febrero de 2011

Días de película


Hoy no sé muy bien qué comentar, contar o narrar, por lo tanto hablaré de cine, que es más fácil, esta semana ha estado llena de días de película y es que fui al cine un par de ocasiones y vi otras películas más en casa (piratas, lo admito, pero bueno el haber ido al cine, debe compensar en algo). La primera  película que vi fue “De amor y otras adicciones”, una comedia-dramática con varias escenas de sexo entre los dos protagonistas, pero vamos no hay que hacernos los mojigatos que es eso lo que la hace interesante, (para muestra un botón una foto de Jake con solo las manos tapándole el paquete, lo demás queda a nuestra imaginación, supuestamente el personaje en la película es bien dotado) sin embargo ciñéndome a la crítica de la película (basta de paquetes xD), las escenas no se quedan solo en lo morboso, sino que ondulan hasta dentro de lo cómico y lo tierno. La historia central (y es que uno de los “contras” de la película es que intenta abarcar varios temas) es la de una pareja (Jamie y Maggie) que inicia una relación basada exclusivamente en el sexo y deciden no arruinar aquello convirtiéndolo en algo más, pero como siempre pasa (me imagino que a alguno le ha pasado) Jamie termina deseando algo más que solo sexo, lo que perturba a Maggie quien siendo tan joven padece de Parkinson y no busca iniciar relación alguna con alguien, pues no quiere que salir herida y luego aferrarse a alguien que tan solo sienta lástima por ella, la trama gira en torno a cómo logran sacar adelante una relación partiendo de la negación de Maggie a tener algo serio y el miedo de Jamie a que la enfermedad se lleve lo mejor de ella poco a poco.

La actuación de Anne Hathaway se luce mucho, dentro de lo que el guión le permite, es cálida y siempre provoca una reacción por parte del espectador en los momentos dramáticos, la de Jake Gyllenhaal es la adecuada para el personaje de mujeriego reformado y asentado que caracteriza (sin mencionar que está más bueno que ...). La historia presenta muchos matices, acerca del sexo, las relaciones, la vida con Parkinson y él éxito laboral, tal vez es este último tema el que divide las escenas de la película entre todo el rollo de las farmacéuticas, el descubrimiento, la populariación y la venta del viagra con la historia de amor en sí, por ratos sientes que ves dos películas distintas, pero aún así lo disfrutas, al menos yo llegué a hacerlo, por lo que la recomiendo mucho, tiene todo, escenas sexosas, emotivas, cariñosas, jocosas, dramáticas, hay golpes, pornografía, viagra ( y sus efectos adversos), de todo, muy completa divertida y emotiva.

La otra película que vi en las salas fue “El Cisne Negro” que acaban de estrenar por este lado del mundo, y es una de las películas que más me ha gustado en mucho tiempo, un drama oscuro ligeramente espeluznante cuya historia envuelve a una bailarina de ballet a punto de estrenarse en el papel estelar del “Lago de los cisnes”, hasta ahí la historia parece poco llamativa, pero desde las primeras escenas notamos que algo no está bien en la protagonista (Nina), luce perturbada mentalmente, confundida y siempre enfrentándose a sí misma, el rol demanda de ella representar tanto al cisne blanco, una joven delicada, frágil, virginal, como al cisne negro para lo cual el jefe de la compañía le exige sensualidad, naturalidad de movimiento, fuerza, soltura, seducción algo a lo que Nina no está acostumbrada, pues incluso dentro de su propia vida ella es una clásica representación de lo virginal, aún viviendo con su madre y dependiendo de ella para muchas cosas. Es una historia de mucho suspenso psicológico con la protagonista siendo perseguida por su lado oscuro y las perturbaciones mentales que provocaban distorsiones de su realidad. Al final ella logra realizar la presentación que tanto quería y que todos esperaban de ella, pero al costo de su propia vida.

Me encantó la actuación de Natalie Portman, es una de mis actrices favoritas y aunque no siempre salga con los mejores roles, definitivamente desde su papel en Closer que me fijo mucho en su trabajo y siempre tiene algo muy bueno en sus películas, siendo esta su mejor actuación a mi parecer, para no ser bailarina logra un muy buen trabajo, pues participó en gran parte de las escenas de baile y solo para las más difíciles usaron una doble, por lo demás es brillante la representación de la metamorfosis de Nina comenzando tan frágil, temerosa y poco decidida para terminar en esa versión tan exquisitamente sombría de sí misma.

Hoy les dejo con un video, de una de las escena de baile en “El Cisne Negro”.